El rey del pulpo

 

Todavía recuerdo el día que recibí un email que decía “nos gustaría tener unas fotografías con alma”. Era una empresa de pulpo. El rey del pulpo. No os imagináis la de veces que he contado esto como anécdota. Tenía que sacar el alma a un pulpo congelado. Me parecía todo un reto. Pero un reto de esos que me ilusionan, que me motivan y que me hacen pensar que estoy haciéndolo bien. Este email llegaba en un momento de cambio total en mi vida, así que quizás era una señal. Lo que no sabía es que además trabajaría con dos mujeres increíbles, Mónica y Cris. El valor que le dan a la imagen, el cariño y la dedicación que ponen en todo lo que hacen. A día de hoy creo que trabajar con ellas es una de las cosas que más disfruto, que más feliz me hacen y que más sentido dan a mi trabajo. Las horas a su lado pasan volando. Hemos llenado terrazas, salones y cocinas de cosas y hemos creado imágenes preciosas a lo largo de todo este tiempo. Me gusta porque con ellas estoy tranquila. Hay una confianza brutal y el resultado después de un rato juntas es precioso. Así que, ahora sí, disfrutad de la última sesión que hicimos antes del estado de alarma. Ojalá os guste tanto como a nosotras :)

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