Una boda en Madrid // Marisa & Gio
"Que los caminos bonitos son los de cielo azul. Que habrá cientos de fotografías. De momentos. De recuerdos. De personas. De credos. Que la vida se forma con puzzles de colores. Que apenas queda nada. Y tanto a la vez. Que sí. Que hoy te digo que sí. Tal vez mañana. Pasado también. Cuando sea madre será un sí. Cuando soy mi peor versión te digo sí. Cuando apenas pueda seguir buscaré un sí. Cuando llores encontraré la forma de decirte que sí. Que se puede. Que seguiremos."
Marisa se casaba el 2 de septiembre en un pueblito de Guadalajara. Acababa de contestar su email con toda la información de mi trabajo cuando encontré su blog en el perfil (www.cabezaaltajovencita.wordpress.com), tardé dos segundos en volver a escribirle: tenía que ser ella, tenía que ser yo. Que este cruce de caminos no era casualidad. Me leí en sus palabras, me escuché en sus canciones. Ya no sabía quién de las dos había escrito qué. Los meses siguientes sucedieron entre letras de canción y estanterías de libros. La leí en cafeterías, entre aviones, desde Bruselas a Copenhague hasta llegar a Chamartín. Nos abrazamos y nos emocionamos como si llevásemos toda una vida cerca. Gio, su chico, era AMOR.
Ambos una mezcla de Ron y Venezia. No sé cuánto tiempo pasó hasta que ellos se fueron y tuve que subir al vagón. Pero esto que acababa de suceder era en lo que yo creía firmemente a la hora de que un fotógrafo y una pareja se elijan el día de su boda.
Marisa y Gio me enseñaron más de lo que ellos imaginan. La ilusión, la tranquilidad, la confianza y la certeza de que a su lado todo iría bien. Que sabía tanto de ellos que encontré retales de su vida en gestos, abrazos, miradas y lágrimas de todos los demás. Que era fotógrafa, pero acabé siendo amiga. Y esa magia es en la que yo creo. El 1 de septiembre me recuerdo entrando en un hotel de la capital, la habitación estaba a nombre de Marisa, en recepción todos sabían que mañana era su día, que yo iba a fotografiarla. Dejé la maleta llorando. Era todo precioso. El cariño y el cuidado con el que ella me trataba estaba en cada milímetro de pared. Marisa y Gio estaban dándole sentido a aquello que yo siempre quise: conocer, viajar, abrazar, sentir, emocionar, descubrir y devolver todo ese amor recibido de la mejor forma que sé. Gracias a los dos por llegar a mi vida, gracias por ser, por estar y por todo lo bonito e inmenso que está por llegar.
Sois regalo y canción. Gracias una y otra vez, siempre.
"Pienso en cuidarte. En demostrarte que la felicidad también está en cualquier rinconcito aparte. Fuera de tu caos. De lo establecido. Y permitido. En un lugar pequeño. En un museo. En el azul más intenso del cielo. En las lágrimas de tarde. En los sueños de noche. En el arrepentimiento. Pienso en hacerlo. En caminar. En saltar. En gritar. En esperar. En soñar.
Y VOLAR. "
" ¡Que sí!. Que estamos aquí. Que lo hemos logrado. Que somos nuestra familia. Que somos todo lo que siempre quisimos y esperamos ser. Que eres maravilloso. Que eres la extensión de mi vida. El sí para seguir. El sí puedo. El sí quiero. El sí sueño. El sí eterno. "
Todos los textos entre comillas son de Marisa
(www.cabezaaltajovencitablog.wordpress.com)
Finca El Molino, Madrid
Vestido novia: Clara Brea Design
Tocado: Indiatiarasytocados
Make Up: @marta_frutos